Cuando otros nos piden que nos convirtamos en la persona que ellos quisieran que fuéramos, nos están forzando a destruir las personas que realmente somos. Es una sutil forma de crimen… los padres y familiares más cariñosos asesinan con una sonrisa en la cara. JIM MORRISON

sábado, 14 de noviembre de 2009

"La Historiadora" de Elizabeth Kostova (2005)

Su nombre despierta terror en el corazón de los hombres. A lo largo de siglos, se le ha considerado un mito. Ahora, alguien se atreve a buscarlo a través de los rincones más oscuros de Europa y Asia y buceando en los más remotos pasajes de la historia. Durante años, Paul fue incapaz de contarle a su hija la verdad sobre la obsesión que ha guiado su vida. Ahora, entre sus papeles, ella descubre una historia que comenzó con la extraña desaparición del mentor de Paul, el profesor Rossi. Tras las huellas de su querido maestro, Paul recorrió antiguas bibliotecas de Estambul, monasterios en ruinas en Rumania, remotas aldeas en Bulgaria... Cuanto más se acercaba a Rossi, más se aproximaba también a un misterio que había aterrorizado incluso a los poderosos sultanes otomanos, y que aún hace temblar a los campesinos de Europa del Este. Un misterio que ha dejado un rastro sangriento en manuscritos, viejos libros y canciones susurradas al oído. Para Paul y su hija llegar al final de la búsqueda puede significar un destino mucho peor que la muerte. Porque a cada paso que dan, se convencen más de que él les está esperando. Y en sus corazones, retumba una pregunta angustiosa... ¿Es posible que la tumba de Vlad el Emperador esconda algo más que el cuerpo de un asesino legendario?

Para mí, esta novela histórica a sido una especie de Código Da vinci de los vampiros. Una experiencia histórica muy interesante que nos narra una aventura que podría llamarse "múltiple" o por sub-historias, ya que enfrasca a varios personajes en diferentes épocas o etapas de sus vidas dentro del siglo 20. Una es la del Profesor Rossi, otra la de su alumno Paul y su hija, y otra de la hija de estos últimos. También tenemos la historia de Vlad III, Príncipe de Valaquia. Quien es el villano maestro de esta aventura que nos lleva más allá de la luz del día, directo a la noche de los vampiros.

Lamentablemente la autora, Elizabeth Kostova, escribió esta historia algo lineal por momentos y esto hace que afloje cuando debería de apretar más al lector, el final es muy simple y rápido. Me ha dejado con las ganas de conocer más a Drácula y su historia inmortal como no-muerto.


Elizabeth Kostova (Elizabeth Johnston) nació el 4 de Agosto de 1964 es escritora de orígenes búlgaros Nacida en New London, Connecticut, se graduó en Yale; además posee un MFA de la Universidad de Michigan, donde ganó el premio Hopwood por esta novela, escribió su novela de debut durante diez años, inspirada en las leyendas sobre vampiros que su padre le narraba durante sus viajes por Europa.

The Dead Zone (La Zona Muerta)

Siguiendo con mi obsesión literaria por el universo Kinguiniano, llegué a uno zona donde las cosas se pierden en los nebulosos nichos de nuestra mente: The Dead Zone o La Zona Muerta (1979).

Como la mayoría sabemos, esta es la historia de John Smith, un joven maestro que tras sufrir un accidente automovilístico despierta casi cuatro años después de un coma profundo con poderes casi proféticos. Aunque hay muchas novelas o películas que tienen como historia central a personajes que sufren accidentes y regresan al mundo con facultares de clarividentes, telekineticos o cualquier otra manifestación mental, esta en verdad es una historia original (será porque es de las primeras publicada a finales de los 70). En el medio cinematográfico por ejemplo, se pueden encontrar varios filmes como; The Fly con Jef Goldbum o Fenómeno con John Travolta. Tomaré el ejemplo de esta última ya que es muy parecida, en lo que a personaje se refiere al de la Zona Muerta. Desde luego que con esto no quiero decir exactamente que tomaron la novela de King y la copiaron para sacar un nuevo material, pero es mucho lo que puedes ver de la Zona Muerta en esta película. Uno de los casos es el del filme ‘Fenómeno’ en la que John Travolta encarna el papel de un personaje que puede hacer un montón de cosas físicas, psíquicas y Telekineticas con el poder de la mente, también posee una capacidad imposible de aprendizaje (aprendió portugués mientra viajaba al hospital). Bien, John Smith no podía hacer estas cosas, pero si podía predecir el futuro inmediato —con excepciones— de las personas a quienes tocaba. Antes de que me pregunten ¿Qué tiene que ver con el otro ya mencionado? y es que ambos personajes tenía el mismo problema. Tanto a John Smith como el personaje de Travolta tuvieron un tumor en el cerebro que despertó varias funciones del mismo, permitiéndoles tener funcional el “maravilloso don” del que ambos hicieron uso. Al final esto se descubre cuando ya ninguno de los personajes tiene remedio (aunque aparentemente Smith sí lo tenía) y la historia termina con sus muertes, dejando un vacío la vida a sus seres más queridos.

La historia central de La Zona Muerta y Fenómeno es muy similar en su eje central: ambos tienen los poderes y lo usan en beneficio de los demás mientras las cosas van desarrollando, hasta que llega el momento de utilizarlo para “la tarea que dios le concedió”, aunque la tarea de los dos personajes fuera distinto (El de Jhonny Smith mucho más colosal), tuvieron el mismo fin, “Ayudaron a la gente” y ese mismo poder o el causante de que ese poder se manifestara, que es el tumor, poco a poco los mató sin antes volverlos locos a base de una dieta de jaquecas infernales. Claro, al tumor de Jhonny lo ayudaron unos cuantos disparos.

En la historia también tenemos personajes secundarios, los que colorean la vida y hace a estos dos personajes más creíbles. Están los amigos, la mujer amada, la gente que le teme a ese don maravilloso etc. Sea como sea, el personaje de J. Smith, aunque creado bajo la hipótesis real sobre el adquirimiento de facultades extras luego de la estimulación de la parte dormida de nuestro cerebro, no deja de ser un personaje totalmente irreal, quizás algo admirable que se vea verdadero, pero la verdad no deja de ser irreal. Eso si, muy bien elaborado, poseedor de unos valores y un sentido común verdaderamente humano que lo hacen parecer de carne y hueso.

En esta novela King usa un lenguaje sencillo para narrar esta historia, pero con una forma distinta de narración de las que usó cuando escribió Carrie (1974), The Shining/El ResplandorThe Stant (1978), Pet Sematary (1983) y Los ojos del dragón (1986) leídas por un servidor. Mi personal punto de vista es que la Zona Muerta es un buen trabajo que antes de ser una novela de terror a la vieja usanza, es más bien casi una narración histórica que abarca varios aspectos de la política norteamericana de los años setentas.

Jack Torrance, un personaje real

Hace un par de días pasé por el centro del libro y me compré una novela histórica sobre la vida y crímenes de Erzsébet Báthory, la condesa sangrienta, titulada Ella, Drácula (2005), del escritor Javier García Sánchez. Una novela policíaca del maestro Jeffery Deaver El Mono de Piedra (2002) y como era de esperar, un par de novelas de Stephen King.


El terror de turno lo encontré en las delirantes páginas de la tercera novela —si no se toma en cuenta Rage (1975) escrita bajo el seudónimo de Richard Bachman— de Stephen King: The Shining o El resplandor (1977), que me mantuvo tres noches con los ojos pegados a la tipografía con que estaba impreso el papel, siguiendo paso a paso la historia que aconteció en el hotel Overlook. La novela me encantó; sentí en las tripas de ese terror palpable, casi físico que sentía cuando era un niño, cuando me escabullía en altas horas de la madrugada hasta la sala de la casa para ver películas como: Hellbound, Blood in the Mummi is Tomb o The Nigth of the Living Dead sin que mi madre lo supiera. Soy amante del género de terror desde siempre y no es cualquier historia horripilante la que logra descomponerme como me descompuso esta novela, —a excepción de la magnifica Pet Sematary (1983) que hasta ahora es la única obra que me a hecho subir los pies a la cama por si hubiera algo reptante bajo ella. — Más las pesadillas que me causó.

El Resplandor o El “Esplendor” como prefiero decirle yo, es una novela que me ha dejado exhausto, respirando con dificultad tras correr por tantos pasillos y corredores asfixiantes, por el viejo ascensor, los arbustos de animales, la zona de juegos. ¡Esa maldita habitación 217! por su locura y la falta del sueño tranquilo. En la atmósfera de esta historia es donde experimenté lo máximo del horror del hotel Overlook…


ALGUNOS PERSONAJES, ENTRE ELLOS UNO REAL.

Wendy Torrance, la esposa de Jack; a esta la encontré desesperante. Danny es un niño que no me lo creo aunque sea en papel. Al jefe de Jack engreído. Al señor Hallorann muy simpático, amigo, pero el personaje de Jack Torrence me llegó hasta la medula, muy carnico y familiar. Sí, familiar porque se parece a mí, o yo a él —vimos la luz el mismo año de 1977. Él en papel, yo en la realidad— En un tiempo oscuro de mi vida también bebía “cosas malas” y llegaba a casa borracho, osea, tenía problemas con el alcohol y entre mi carácter estaba el de tener “accesos de mal genio”. Puedo ser “un poco” impaciente (reconozco) con la gente que me molesta sobrevolándome como moscas sobre el plato, seré sincero, soy fácil de irritar cuando las tonterías y estupideces de otras personas me moja con su baba. Sobre todo cuando estoy en casa viendo TV o leyendo una novela y mi hermana o mi madre me ponen todo tipo de conversaciones y no me dejan escuchar concentrar. Dejé de beber hace un par de años y mejoré, pero como quiera sigo sintiéndome “vigilado” al igual que Jack. Torrance es un personaje con una vida y una personalidad que encontramos en cualquier parte, hasta en nosotros mismos, él es mi frustración escondida, mi rabia camuflada de buenas maneras. Al igual que Jack paso tiempo escribiendo; él su obra de teatro, yo mi novela y cuentos de terror, enserado en mi propio y exclusivo Overlook personal.